Descubre la velocidad del sonido en el aire

Arte cinético futurista ante molinos eólicos al atardecer

La velocidad del sonido, ese viajero invisible que atraviesa el aire con una precisión matemática, es una constante fascinante y a la vez esquiva de la física. No es el más rápido del reino de las velocidades, pero sin duda es el más cotidiano, pues cada palabra que decimos, cada nota que tocamos, se rige por sus leyes.

Si pensabas que hablar de la velocidad del sonido en el aire es solo para eruditos con batas blancas, te invito a un viaje donde desmentiremos esa idea con un poco de humor y mucha ciencia. Abróchate el cinturón porque vamos a despegar a 343 metros por segundo.

Cómo se mide la velocidad del sonido con un smartphone

En plena era digital, hasta nuestro querido smartphone se ha convertido en un laboratorio de bolsillo. La medición de la velocidad del sonido no se queda atrás y ahora puedes hacerlo con una simple app. ¿Magia? No, tecnología.

Los micrófonos y sensores del teléfono pueden capturar el sonido y, con la aplicación correcta, medir el tiempo que tarda en viajar una distancia conocida. Es el sueño de cualquier aficionado a la física que se respeta a sí mismo y a su teléfono inteligente.

¿Acaso esperabas que te mandara a cortar un tubo de metal y medir las vibraciones? Bueno, eso también sirve, pero admitámoslo, no es tan cool como un smartphone.

Factores que afectan la velocidad del sonido en el aire

El sonido no siempre viaja a la misma velocidad; es un ente influenciable. La temperatura, la humedad y hasta la misma composición del aire juegan su papel en esta obra de la acústica.

En días fríos, el sonido parece que tuviera pereza y viaja más lento. En cambio, cuando hace calor, se acelera como si tuviera prisa por llegar a su destino.

Es un juego de física en el que la densidad y la presión del aire son los árbitros, dictando cómo y a qué velocidad deben moverse las ondas sonoras.

Velocidad del sonido en el aire: interpretando la fórmula

La fórmula para calcular la velocidad del sonido se podría confundir con un hechizo, pero en realidad es una elegante representación de cómo la naturaleza opera. Vamos a desgranarla para que no te suene a chino.

Se basa en la temperatura y otros factores que afectan el movimiento de las partículas en el aire. Y aunque no necesitas ser un Newton para entenderla, sí que requerirás un poco de amor por las matemáticas.

Así que si te preguntan: ¿para qué me sirve saber esto? Tienes dos opciones: una respuesta aburrida o decir que con esto puedes calcular cuán lejos está una tormenta. ¿A que la segunda suena mejor?

Comparativa: velocidad del sonido en diferentes materiales

  • En el aire, a unos 20°C, viaja a unos 343 m/s ¡pero eso es solo el comienzo!
  • En el agua, se mueve a unos 1,480 m/s. Sí, las ballenas tienen su propia autopista sonora.
  • En los sólidos, como el acero, alcanza hasta los 5,960 m/s. Ahí no hay quien lo alcance.

Influencia de la temperatura en la velocidad del sonido

La temperatura y el sonido tienen una relación más cercana que la de Romeo y Julieta. Aumenta la temperatura y la velocidad del sonido se dispara.

A 30°C, las partículas de aire se mueven más rápido y, como resultado, la velocidad del sonido se incrementa. Es como si el sonido se pusiera sus zapatos de correr con el calor.

Por eso no es lo mismo gritar en la Antártida que en el Sahara. Si quieres que tu voz viaje rápido, ya sabes dónde ir de vacaciones.

Experimentos prácticos para determinar la velocidad del sonido

¿Quieres jugar a ser científico sin salir de tu sala? Hay experimentos sencillos que puedes hacer para medir la velocidad del sonido.

Desde golpear palos a una distancia conocida y cronometrar el sonido hasta usar dispositivos electrónicos más sofisticados. Todo vale en nombre de la ciencia.

Y si te sientes nostálgico, siempre puedes volver al método clásico del eco. Solo necesitas un lugar espacioso y un buen par de oídos.

Ahora, para los curiosos que no pueden esperar a hacer sus propios experimentos, aquí va un video que muestra cómo se mide la velocidad del sonido en el aire con una demostración práctica:

Preguntas frecuentes sobre la velocidad del sonido y sus variables

¿Cuánto es la velocidad del sonido en el aire?

La velocidad del sonido en el aire a 20°C es de unos 343 m/s. Este número es más que un dato; es la clave para entender cómo se comunican las ondas acústicas en nuestro entorno.

Pero recuerda, como en la moda, en la física también hay tendencias y variables que pueden cambiar este valor.

¿Cuántos kilómetros recorre el sonido en un segundo?

Si convertimos la velocidad del sonido a términos más amigables, encontramos que recorre 0.343 kilómetros en un segundo. Es más rápido que cualquier corredor olímpico, pero no lo suficiente para ganarle a la luz.

Ahora bien, si quieres calcular la distancia de un rayo, esta es la unidad de medida que necesitas.

¿Cuál es la velocidad del sonido en el aire a 30°C?

Al aumentar la temperatura a 30°C, el sonido se acelera hasta los 349 m/s. Es el efecto de las partículas de aire que, al calentarse, dan un concierto de rapidez y eficiencia.

Así que sí, el clima no solo afecta tu estado de ánimo, sino también cómo se propaga el sonido.

¿Dónde es más rápido la velocidad del sonido?

La velocidad del sonido es más rápida en los sólidos, sin duda. Pero no te vayas pensando que solo los materiales duros son los ganadores; los líquidos también tienen lo suyo.

El aire, aunque nos rodea con su invisible presencia, es el más lento en esta carrera por la velocidad sonora.

Como ves, la velocidad del sonido en el aire y en otros materiales no es simplemente un número más en un libro de texto. Es una danza de variables, una sinfonía de factores que, a su vez, nos cuentan historias sobre nuestro mundo. Y aunque la física pueda parecer seria y rígida, siempre hay espacio para un poco de juego y exploración. Así que no temas jugar a ser científico, al fin y al cabo, la curiosidad es la madre de todos los descubrimientos.

MikeBlacK

Licenciado en Física y Debatologia por master de UNED. (No grado) Dedicación plena a la informática. Y divulgación científica como hobbie :-)

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